La huella del coronavirus ha impregnado todos los ámbitos de nuestra sociedad y con ello, hemos contemplado, atónitos, cómo todas nuestras costumbres, forma de trabajar y relacionarnos, realizar actividades de ocio y por supuesto, nuestros hábitos de consumo, han ido experimentando una transformación profunda a medida que las restricciones se hacían más estrictas y se nos confinaba en nuestras casas, más tarde en la desescalada conforme se iban relajando en la senda hacia la nueva normalidad.
En lo que se refiere a nuestra forma de vestir y de entender la moda, se ha impuesto una visión pragmática y funcional, en el sentido de afrontar de la manera más cómoda posible la reclusión en el hogar, el trabajo en remoto y las actividades deportivas de interior que la mayoría hemos llevado a cabo para no llevar al traste nuestra forma física y no acabar con algunos kilos de más. Por otro lado, y si nos ceñimos puramente a lo estético, el covid ha contribuido a allanar el camino a esas tendencias que ensalzan estilos sporty y confortables, como los que dominaban los 90: la mallas ciclistas se han colocado en la cima de los imprescindibles de listas y editoriales de moda, mientras que el tie-dye, los tank tops de escote halter y los shorts de felpa continúan infiltrándose en nuestras mentes y armarios.
Falda de tenis: la vuelta de la estética ‘tennis court’
Además de para satisfacer esa necesidad de ropa práctica, sin duda, esto mucho tiene que ver con el hecho de encontrar consuelo en aquellas estéticas que nos recuerdan tiempos en que todo era más sencillo, algo que entronca con otra micro tendencia de corte deportivo que no ha hecho más que irrumpir pero ya ha dado esos signos de madurez que la validan para comenzar a ponerla sobre la mesa y no tardará en recorrer el tradicional camino para terminar volviéndose viral. Si 2018 fue el momento propicio para que los deportes de montaña como el hiking y el trekking saltaran a la ciudad, 2020 y 2021 serán los años en que los atuendos asociados a los deportes clásicos y de aire retro y elitista, tomen el relevo, como el tenis.
En esta ocasión, se trata del regreso de una de sus piezas más icónicas (también muy polémicas en su día por la imposición que recaía exclusivamente sobre las mujeres tenistas profesionales): la falda tableada de tenis, primero en la pasarela (Luisa Beccaria en su desfile de la primavera 2020, Lacoste en sus propuestas para el otoño entrante y Jacquemus, para la primavera del próximo año) y ahora en el feed de las redes sociales. Dejando a un lado la carga simbólica machista que nos pueda representar, fuera del ámbito deportivo viene encarnando una tendencia que estéticamente podría atrapar a un sector de la población interesado en el rollo preppy y deportivo, jueguen o no en la pista de tenis.
Falda de tenis: cómo se lleva
Y así ha sido, muchas prescriptoras y editoras se han empeñado en emular el aire clásico y regio de Catherine Deneuve en el filme ‘Belle de Jour’ (1967) con faldita tableada blanca, polo blanco, rebeca o suéter en tonos claros y sneakers blancas, mientras que otras han decidido explorar el registro más nineties mezclando faldas tableadas en otros colores (negro, azul, gris) con tank tops, botas Dr. Martens, sudaderas y tops de corte cropped. Hay para todas las opciones, tanto si queréis despojarle el aire sporty mezclándolo con elementos de calle, como si os apetece moveros y quemar calorías a golpe de raqueta en la pista.
¿Cómo veis la vuelta de esta estética? ¿La incorporaríais en vuestros looks diarios o solo en la pista?
Coronavirus has changed our habits as consumers in a way no-one could have predicted, paving the way for a long line of 90s revivals. In this sense, the tennis skirt is the latest micro-trend that I have to report and encourage you to add to your wardrobe, whether you play tennis or not, as the Instagram feed has been taken over with tennis-inspired outfits from the most sporty prescribers in the industry.
Mixed up with 90’s items such as tank tops, Dr. Martens boots, cropped sweatshirts and tops, or emulating the retro vibe seen on Catherine Deneuve in ‘Belle de Jour’ (1967) with white knit polo shirts, sweaters and cardigans, the tennis skirt is set to become the next viral sporty aesthetic we have to contemplate this year and beyond.
Para mí no son pero os animo a todas las q os gusten y os sintáis cómodas con mini a usarlas de todos los tipos. Esta estética es muy de animadora pero también la q mejor queda en los años más jóvenes, hala, a sacarle partido a las patitas….
La tendencia de éste tipo de falditas se va repitiendo cada cierto tiempo, bueno, como todo, la verdad que quedan muy bien, aunque al ser tan cortitas, favorecen a piernas bonitas.
Besos.
Gemeladas