Oscars 2017: Las 10 mejor vestidas

Menos mal que la edición número 89 ha resultado ser una gala que se recordará especialmente por el error (histórico) en torno a la atribución de su más preciada estatuilla, porque si para ello dependiera exclusivamente de la espectacularidad, innovación, sorpresa o fascinación sobre la alfombra roja, caería rápidamente en el olvido.

Y digo esto porque, aunque me ha gustado ver el estilo y la actitud de algunas de las integrantes de la lista que os muestro más adelante, un año más he percibido cierta apatía en los estilismos de las que se supone que tienen que hacernos soñar al resto de las mortales. Una red carpet previsible, que no vibró ni guardó golpes de efecto inesperados, como sí ocurrió al final de la gala cuando el equipo de ‘La La Land’ tuvo que rendirse ante una realidad que tuvo a la diversidad racial como clara triunfadora de la noche.

¿Será porque a las actrices todo este movimiento feminista alrededor del fenómeno #askhermore las ha cohibido hasta el punto de no querer lucir impactantes en la alfombra roja más notoria de Hollywood? Estamos de acuerdo, el hecho de valorar a las actrices sólo por su atuendo, en sí mismo constituye una frivolidad, pero es lo que se espera de una alfombra roja: una (gran) pasarela de alta costura, un momento de fantasía para provocar emoción y hacernos disfrutar de las creaciones de los diseñadores de primer nivel.

No hay nada de malo, así como tampoco veo nada sexista, en el gesto de dedicar unos pocos minutos a hablar de ese maravilloso vestido que las hace sentir realmente poderosas y bellas ante los flashes y las cámaras. Porque precisamente esto sólo lo podemos hacer nosotras, es una manera de reivindicar nuestra feminidad (y otras causas justas, como han hecho algunas en esta edición con sus pines y lazos azules) y eso, para mí, es una de las cosas más feministas que puede haber en un evento de este nivel.

Es la primera vez que incluyo un par de estilismos pertenecientes a la posterior fiesta de Vanity Fair, ya que como os he comentado, la desgana es tal que después de analizar los looks de la gala me he quedado sólo con ocho, y me he visto obligada a echar un vistazo a la alfombra roja de la tradicional after party de los Oscars. Veamos cuáles son esas diez mujeres que algo me han removido por dentro 😉

Emma Stone. La gran ganadora de la noche no podía fallar con un Givenchy Alta Costura y es que este centelleante vestido dorado de inspiración años 20 constituye uno de los pocos momentos que han traído ese glamour del que adolece el Hollywood de la actualidad: esas brillantes cuentas doradas dispuestas de tal manera que formaban la trama de un encaje preciosista, esos flecos cuajados de mini cuentas que se movían cimbreantes al paso de la oscarizada actriz, sin olvidar, un peinado con ondas al agua y un maquillaje en tonos cobrizos, dorados y granate de lo más acertados.

Michelle Williams. Formó parte de esa anécdota trivial, sin importancia, que ninguna actriz, it girl o socialité quiere vivir en un evento de tal magnitud, la de coincidir con otra mujer vestida (casi) igual. Como habréis reparado, el binomio black & white lo paseó también Emma Roberts, aunque ninguna de las dos quedó eclipsada por la otra, pues cada diseño esconde su gracia y su historia.

El de Williams, con cuerpo halter de terciopelo negro y falda crema con cristales bordados diseño de Louis Vuitton, es un alegato a la discreción, la sencillez y la contención, pero en ella gana muchos puntos gracias a su pixie platino extra corto, la ausencia de joyas (tan sólo un par de pequeños pendientes y un brazalete de brillantes) y el maquillaje casi desnudo que permiten descubrir toda su esencia.

Emma Roberts. A favor de Emma está decir que su vestido perteneció a la primera colección Privé que diseñó Armani, con lo cual, el factor vintage es clave y aporta un encanto diferente que evoca los tiempos más gloriosos del viejo Hollywood. El corpiño de encaje negro y brillos con fajín de satén y la falda en tono crema con cristales hablan por sí solos, por no hablar de ese peinado años 40 en uno de los tonos de moda, el blorange (entre el rubio y el naranja).

Isabelle Huppert. La actriz francesa demostró cómo lucir con elegancia y dignidad una belleza madura y serena (63 años) como la suya: un vaporoso Armani Privé de paillettes mini plateadas, manga larga y una pequeña dosis de irreverencia de la mano de un ear cuff con brillantes en una de las orejas. Por supuesto, haciendo gala de su actitud francesa, lució la melena suelta y natural que le confiere ese effortless chic tan necesario en territorio yanki.

Dakota Johnson. Ha sido incluida en algunos ránking de ‘peor vestidas’ y cierto es que su half up half down minimal no convence a la mayoría (seguro que estáis conmigo en que a la protagonista de ’50 sombras más oscuras’ le favorecen más los estilos con flequillo y hubiera estado mejor con un peinado años 40), pero centrad bien vuestra atención en su espectacular Gucci de satén vainilla y manga larga que recuerda a los glamourosos y fluidos diseños que lucían en el Old Hollywood. Puede que así cambiéis de opinión.

Brie Larson. El negro es siempre sinónimo de sofisticación y acierto, pero si entran en juego detalles como terciopelo, volantes en cascada y un escote particular a base de picos, la fórmula obtiene el doble de éxito. Unos pendientes largos dorados, los labios en un vibrante rojo y un sencillo semi recogido con las ondas naturales de la actriz contribuyen a completar un resultado final muy bueno con ramalazos folclóricos que no le restan ni un ápice de elegancia.

Naomie Harris. Ha habido muchas opiniones contrarias a lucir vestidos cortos en una gala de primer nivel como los Oscars. Y yo digo ¿por qué no? Blanco (lentejuelas mate), minimalista y de largo tail hem son las claves de este Calvin Klein que favorecía especialmente a la tez oscura de Harris, quien no dudó en poner un contrapunto acertado con unas sandalias amarillas con detalles de brillantes.

Darby Stanchfield. Esta actriz desconocida (aparece en ‘Scandal’) se merece un lugar en este recopilatorio con un sorprendente diseño blanco con túnica de tul transparente y rematado con apliques cortados con láser de Georges Chakra, como si de una perfecta obra de papiroflexia se tratase.

Thandie Newton. Hay otras actrices, las que suelen imprimir innovación, que no han sido invitadas a la gala de los premios, pero sí han estado en la after party, como Thandie Newton, Kate Bosworth o Diane Kruger. En mi lista se cuelan las dos primeras, como Thandie Newton, perfecta con un chispeante vestido de lentejuelas acero, hombros estructurados en colores pop y transparencias en el bajo firmado por Schiaparelli.

Kate Bosworth. Al igual que su colega Felicity Jones, la estilosa actriz explota el look bailarina tendencia de esta temporada aunque sobra decir que ella triunfa con su actitud, menos edulcorada, más sofisticada y segura de sí misma sobre la red carpet con este J. Mendel de ensueño en tul verde agua y una tira de terciopelo chocolate en la cintura.

¿Cuáles han sido vuestras favoritas este año? ¿Qué pensáis del nivel de estilo exhibido en las últimas alfombras rojas de los Oscars? ¿Qué opináis del movimiento feminista con respecto a la moda y los vestidos que lucen las actrices en los eventos cinematográficos?

Here you have my 2017 Academy Awards + Vanity Fair after party best dressed top ten. Which of them are your favourites?

Fotos: Getty.