Recetas: Tarta rústica de membrillo

Octubre supone la época ideal para preparar y saborear deliciosos pasteles y tartas de otoño. En este sentido, las frutas de temporada como las manzanas, las peras, los membrillos, las moras o los arándanos despliegan todo su potencial y esplendor para formar parte de los dulces otoñales más apetecibles.

Hace unos días, quedé para tomar algo con mis amigas y una de ellas me trajo unos membrillos del árbol de su casa del pueblo. Como el típico dulce de membrillo me resulta bastante empalagoso, decidí emplearlos en preparar una de las cosas que mejor se me dan en la cocina: una tarta de base crujiente con el contraste que aporta una dulce compota de fruta. Para ello, la receta de Carolina del blog Love, eat, cook, me sirvió de inspiración, con una versión muy aparente y apetitosa, cuya masa llevaba aceite de oliva en vez de mantequilla.

La mía es más clásica, con mantequilla, porque prefiero un sabor más suave, además de llevar una mezcla de canela, jengibre y nuez moscada, para darle un aire más estadounidense, típico de estas fechas. El resultado es increíble, pero para comprobarlo de primera mano, tendréis que animaros a prepararlo vosotras mismas 😉

Tarta rústica de membrillo

Ingredientes

250 gr de harina de trigo
100 gr de azúcar
75 gr de mantequilla fría
10 cucharadas de agua
1 huevo
1 cucharadita de canela en polvo, nuez moscada y jengibre en polvo

Para el relleno

4 membrillos
1/2 taza de azúcar
1/4 taza de agua
25 grs. de mantequilla

Elaboración

Precalentar el horno a 180º C. En un bol mezclar la harina y la mantequilla cortada en cubitos y desmenuzar bien todo con la yema de los dedos, hasta que quede una masa arenosa. Añadir el azúcar y mezclar bien, añadir las especias, agregar el agua y seguir amasando hasta poder formar una bola. Tapar y dejar enfriar 15 minutos en la nevera. Para preparar la compota de membrillo, pelar y limpiar los membrillos, cortarlos en rodajas finas. Calentar a fuego medio la mantequilla y el azúcar hasta que burbujee. Bajar el fuego. Añadir los membrillos y cocinarlos hasta que caramelicen. Reservar.

Sacar la masa y dividirla en dos partes iguales. En una superficie enharinada, extender una de ellas y trabajarla con un rodillo hasta que quede un círculo. Colocarla sobre una fuente de horno con los bordes rizados y darle forma con los dedos. Cubrir la base con la compota de membrillos. Con el resto de la masa hacer la cubierta, extendiendo la masa y cortando tiras para cubrir la compota.Con un pincel, pintar con agua los bordes de la tarta y formar el enrejado. Espolvorear con azúcar y llevar al horno durante 20 a 30 minutos o hasta que la masa esté dorada. Retirar y dejar enfriar antes de servir. ¡Espero que os guste!

Fotos: Adriana R.