¿Existe algo más potente que un traje sastre (falda) de cuadros?

Probablemente no. Y os voy a dar tres razones. Una, con permiso de los lunares, los cuadros, en cualquiera de sus declinaciones, siguen protagonizando los looks más inspiradores de los editoriales de street style. Dos, el lugar que la sastrería viene reivindicando como tendencia estas últimas temporadas es ya una realidad en nuestros armarios. Y tres, pese a las ineludibles influencias de la moda masculina, el traje de chaqueta de cuadros es hoy, afortunadamente, una opción de vestimenta sin género.

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Sin embargo, en esta ocasión he querido adherirme a esas diferencias que nos otorgan ciertas prendas ‘femeninas’ – lo entrecomillo porque en este mismo sentido no quiero remarcar ningún límite de estilo presupuesto en el hombre y abogo por dejar atrás etiquetas como ‘masculino’ y ‘femenino’ -, que suponen darle un giro fresco y renovado a un uniforme que cada vez más se deja contemplar, no sólo en las oficinas de trabajo, también en las calles, cualquiera que sea el contexto.

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La falda, mini, a la altura de la rodilla, a media pierna, añade un punto inesperado a una ecuación classy y formal compuesta por dos piezas de idéntico (o desigual) print, como también lo hacen los patrones diferentes que refrescan el conjunto, las proporciones exageradas en la parte superior (hombros voluminosos y caderas acentuadas) o los blazers reinventados en favorecedoras piezas híbrido blusa-cazadora bomber (véase la elección de Alexa).

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Otras veces, la batuta la lleva un vestido, en clave mini si os apetece potenciar la fórmula, pero bajo ningún concepto, tiréis por el camino fácil en materia de accesorios, especialmente en lo que se refiere al calzado. Es mucho más interesante introducir piezas inesperadas como unos stilettos de pedrería, unos botines cowboy, unos tacones con calcetines, una riñonera, una gorra marinera, unos mocasines metalizados, unos zuecos, un clutch, y por supuesto, unas zapatillas deportivas.

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A las que os haya seducido más la idea de llevar vuestro uniforme con falda de cuadros, son las blusas, los jerséis de cuello cisne, las camisas y las camisetas con logo o lisas, los compañeros que se integran de la manera más natural en estos estilismos tan incuestionables. No tenéis más que pinchar en los pies de foto que acompañan estas opciones de compra. Zara, Mango y cía nunca antes nos lo habían puesto tan fácil.

Mango
Topshop
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Topshop
Zara
Zara
Zara
¿Sorprenderéis con el dos piezas llamado a ser el uniforme de la temporada? ¡Buen martes!

Probably there’s no power dressing like a check tailoring suit. Check print still rocks in street style edits, tailoring is now a real trend inside our closets, and, fortunately, the classical masculine check suit is today, a genderless dressing option. 

Choosing a skirt, either mini, midi or knee length, involve adding a fresh spin on a classic uniform made of two pieces, while new and different patterns give unexpected shapes, such as bulky shoulders and hips on top, and reinvented blazers that turns into stylish hybrids like Alexa’s blouse-bomber jacket top. 

On other occasions, a dress (mini if you wanna elevate the potential of your outfit) may take the lead, however, under no circumstances, go the easy way when it comes to accessorize your combination. It’s much more interesting adding unexpected pieces like jewelled stilettos, cowboy booties, heels with socks, a belted bag, a navy cap, metallic loafers, clogs, a clutch and of course, a pair of sneakers. 

Logo or plain tees, blouses, shirts and turtleneck pullovers will complete the style equation, just don’t forget to check out these shopping picks, we have never had it so easy… Have a great Tuesday!

Fotos: Getty, Pinterest.